Devocional Diario
Un sueño dado por Dios: ¿Qué hacer con él?
By: Kim Garrett
Tuesday, September 16, 2025
“Después de esto, derramaré mi Espíritu sobre todo ser humano. Los hijos y las hijas de ustedes profetizarán, tendrán sueños los ancianos y los jóvenes recibirán visiones.” Joel 2:28
Todos hemos tenido sueños, pero no todos provienen de Dios. Muchas cosas pueden influir en nuestros sueños: los pensamientos y emociones intensos de nuestro día, el tipo de comida que comimos (como una cena picante a altas horas de la noche o el exceso de cafeína), la exposición a los medios de comunicación y el tiempo excesivo frente a las pantallas, o incluso nuestros medicamentos. Pero cuando nuestros sueños se alinean con la Palabra de Dios, captan nuestra atención. Un sueño sobre cosas piadosas puede incluso permanecer en nuestra mente durante varios días. Pero si experimentamos un sueño único, uno que nunca antes habíamos tenido, podemos preguntarnos: ¿Dios me está hablando? ¿Cómo sé que proviene de Él? Si proviene de Dios, ¿qué hago con él?
Pasos que podemos seguir para confirmar que un sueño es dado por Dios:
1. Orar por él. Compartimos nuestro sueño con Dios y le pedimos que nos dé claridad, sabiduría y comprensión al respecto (Santiago 1:5).
2. Escribirlo. Anota los detalles, especialmente cualquier pasaje bíblico que te venga a la mente. Escribirlo te mantendrá fresco mientras lo procesamos (Habacuc 2:2).
3. Esperar en el Señor. Si es de Dios, Él lo hará realidad en su tiempo perfecto. Muchas veces, será necesario un tiempo de preparación (Eclesiastés 3:1).
4. Buscar consejo piadoso. Busca la sabiduría de tus hermanos y hermanas en Cristo que temen a Dios. Pídeles que se unan a ti para orar por los detalles (Proverbios 11:14).
5. Procede despacio, paso a paso. Obedece a Dios y confía en Él mientras esperas. Tómate tu tiempo y no tomes las riendas de tu vida. (Hebreos 11:8).
Si Dios es la fuente de nuestro sueño, Él lo confirmará. No nos dejará con la duda sobre su significado ni sobre lo que quiso decir. Si provino de nuestro Padre Celestial, Él estará más que dispuesto a revelarnos su significado.
Si Dios te da un sueño, acepta su guía. Acércate a Él, sigue leyendo Su Palabra y espera pacientemente a que Él llene los espacios en blanco que aún no entiendes.
Lee: Juan 10:27, Isaías 30:21, Salmo 37:23-24
Referencias bíblicas de la NIV a menos que se indique lo contrario.